martes, 30 de enero de 2007

Wandering

Subo al autobús. Voy leyendo Yo necesito amor, de Klaus Kinski. Estoy tan pendiente de sus correrías sexuales que me paso de parada sin darme cuenta. Cojo el autobús de vuelta. Me bajo en mi parada, pero tengo que esperar media hora para la clase. Como llueve y hace frío, entro en un centro de salud a leer. Me siento y vuelvo a sumergirme en los folleteos del señor Kinski. La gente me dice que se me ha caído un papel que hay en el suelo. Es el volante de una receta médica o algo por el estilo. Amablemente voy diciendo una y otra vez que no es mío. Pero siempre viene alguien a repetírmelo. Como no me dejan leer, me levanto y me marcho.

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