domingo, 30 de abril de 2006

The whores hustle and the hustlers whore

Entre el llameante tráfico, loco, inquieto, muerto de miedo, me arrastré kilómetro y medio mientras imágenes de destrucción me asaltaban a cada paso. Yo, que cargo con toda mi locura, mi silencio, mi ineptitud, mi terror ante las personas normales. Y no sé por qué, pensé de pronto, puesto que yo también he sido muy normal a veces. He engañado a mucha gente: he comido con ellos, he ido a sus escuelas, a sus casas, he besado a sus mujeres. Y me lo han permitido porque, más o menos, me han tomado por uno de ellos. Pero al final siempre me descubro. Y en ambos casos no sé cómo lo hago.

Me pasan cosas buenas, pero no sé cómo aprovecharlas. Es la peor sensación del mundo.

No hay comentarios: