martes, 21 de febrero de 2006

Réalité

La locura es una cuestión arbitraria. ¿O no es de locos que nos parezca natural que chicas de 18 años anuncien cremas antiarrugas? "Mira, no tengo arrugas gracias a esta maravillosa crema, el hecho de que acabo de cumplir 18 años es irrelevante". O que los bancos se anuncien en televisión como amiguitos para siempre deseosos de ayudarnos. O que se exija respeto a la creencia en un ser invisible omnipotente (la verdad es que como ser omnipotente es de los peores). "No hay que insultar a Dios". Y no hay que insultar a Batman, claro, que también tiene seguidores.

Sin embargo, el loco soy yo, que decido vivir en un mundo propio tan ficticio como el oficial.

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