jueves, 30 de junio de 2005

Ma ligne de chance

No vale la pena ser otro para seducirte, pero sí seducirte para ser otro.

El amor y la ludopatía. Siento que cada noche voy al casino, pierdo hasta la camisa jugando a los dados (o a la ruleta), y me marcho prometiéndome que nunca volveré. Y la siguiente noche soy el primero en la puerta.

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