sábado, 23 de abril de 2005

Maratón

Querida Adela:

Tu silencio me hace pensar que no te conectas y por consiguiente no lees mis emails, cosa que me tomo como una ofensa personal por tener contigo otra disputa, que hace tiempo que no discutimos (principalmente porque no nos vemos). Pienso que nuestra historia es como una larga persecución en la que al final te cansaste de que te persiguiera, luego yo también me cansé de perseguirte y después, no sé por qué, empezaste tú a perseguirme a mí, aunque no empujada por el mismo espíritu romántico, y, por qué no decirlo, libidinoso, que me impulsaba a mí tras tus pasos veloces. En resumen, que habríamos triunfado en alguno de los equipos de relevos de las olimpiadas si estos fueran mixtos.

Si te apetece perseguirme el domingo, saldré a las siete a dar un paseo.

Un beso.

No hay comentarios: