(Publicado originalmente en El Otro Diario)
Pues sí, la noticia de la semana, mientras la Parca y el Papa no lleguen a un acuerdo, vuelve a ser la enésima ola de frío que azota la península y parte del extranjero. Si usted esperaba que hablara de algún tema más interesante, le pido disculpas, pero realmente así de aburrido está el mundo. Al igual que en verano las únicas noticias son los ataques de perros que repentinamente enloquecen y atacan a humanos desvalidos, y los incendios que asolan los ya de por sí asolados bosques de la patria, en invierno el tema a tratar es el frío sorprendente (frío sorprendente al tratarse del invierno, se supone). Así que olvídese de chicas amables en tanga en la playa, que por ahora no las verá, a no ser que sea usted un potentado que se dispone a viajar en su jet privado al Caribe, claro, aunque entonces tendría miles de cosas más interesantes que hacer que leer esta triste y proletaria columna.
¿Y a qué viene tanto frío ahora?, se preguntará el sector de lectores que siempre se está preguntando algo, desde el precio de las alubias en Sri Lanka hasta la cantidad de posturas sexuales realizables por una persona normal. ¿Es por haber votado sí a la constitución europea (los que fueron a votar)? ¿Es que ahora vamos a tener clima sueco? ¿Decía algo de esto la constitución? Esto es lo que pasa cuando se acepta un texto sin leerlo antes, amigos. Demagogias apartes, por el cine de catástrofes de Hollywood sabemos que el cambio climático y el progresivo calentamiento global llevan a que haga frío en España. Aunque este argumento puede calificarse, como poco, de discutible, no creo que ustedes tengan uno mejor. Y si lo tienen, no puedo saberlo, a no ser que nos escriban, claro, como insisto en casi todos mis artículos, y es que he descubierto con sorpresa que ser columnista de un oscuro diario de internet no proporciona tantas admiradoras ávidas de sexo extremo como me imaginaba, por eso les animo a escribirnos, para que superen su timidez todas ellas.
Volviendo al tema del frío, si es que le interesa a alguien, sorprende que nuestros políticos, tan activos para otras cuestiones (que no citaré, pero ustedes saben que estoy hablando de llenarse los bolsillos), no hayan intervenido en este asunto. Sí, sé que el frío no da demasiado dinero, aparte del que proporciona el aire acondicionado, pero, ¿a qué espera Rajoy para culpar a Zapatero de la ola de frío? Algo así como: “con el gobierno del PP los inviernos eran más cálidos, todo es culpa de los separatistas”. ¿Por qué no se adelanta Zapatero y declara que la ola de frío es herencia del gobierno de Aznar? ¿Están en baja forma nuestros políticos? ¿E Ibarretxe? ¿No dice nada Ibarretxe? ¿Algo como “con mi plan el frío se va a acabar”? ¿Pero qué está pasando en este país?
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