Alicia dice que te quiere cuando ya te ha abandonado.
Ella dijo adiós con una sonrisa, como si creyera que así era menos dolorosa la despedida. Sujetaba su sombrero con una mano para que no se lo llevara el viento. Él se apartaba continuamente, con un gesto nervioso, el pelo de la cara. Una noche, hacía ya tiempo, reían juntos en la cama con sus ocurrencias: "¿no te parecen absurdas las cejas? ¡Tener bigotes sobre los ojos!" Pero, pensándolo bien, tal vez aquello no había pasado nunca.
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