sábado, 4 de septiembre de 2004

Flores

Hoy al llegar a casa me encontré a una anciana que estaba cogiendo el jazmín que sobresale del muro de nuestro jardín. Al verme llegar con la llave en la mano y comprender que vivía ahí, cesó súbitamente de hacerlo, como avergonzada, y, con un hilo de voz, me preguntó si podía coger un poco.

¿Y qué clase de monstruo le habría dicho que no?

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