Tengo ganas de abrazar a Lara, de dormir con ella, de darle un beso en cada peca (me llevará bastante tiempo), pero en lugar de estar haciendo todas esas cosas estoy aquí sentado, en calzoncillos, escribiendo esto.
Por si no lo he mencionado ya unas setecientas veces, la vida es una mierda.
Pero no es tan asquerosa la vida, puesto que mi dama me espera y sé que estaré pronto junto a ella.
A no ser que me muera de forma horrible y repentina, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario