¿Qué le pediríamos para Navidad?
No, ahora en serio (o no). ¿Y si Dios existiera? ¿Y si no? ¿Y si todo es una gran broma para tenernos distraídos y que no nos elevemos sobre nuestras limitaciones convirtiéndonos en las divinidades que sin duda algunas mujeres son?
Personalmente opino (esto es una perogrullada, no va a opinar otro por mí personalmente) que la contemplación nocturna de una playa en calma, con las olas besando la arena mientras la luna se oculta entre las nubes, nos lleva a pensar que o bien existe dios o bien es de noche.
Podría ser que Dios fuera un estado de ánimo. Al fin y al cabo, ¿quién no ha dicho alguna vez "hoy me siento como Dios"? Por no citar otras expresiones como: esta comida es digna del mismo Jehová. O mi vecina está como Dios. Creo que son las únicas pruebas claras de la existencia de esa divinidad que, en un alarde de originalidad, llamamos Dios.
Y si Dios existe y está en todas partes al mismo tiempo, ¿cómo hace para ver Los Serrano y Aquí no hay quien viva sin liarse? Entiendo que esté en el cuarto de baño de Laetitia Casta mientras ésta se ducha, pero no comprendo qué le lleva a estar en el mío. Esto también nos hace preguntarnos si se puede confiar en alguien que no tiene residencia fija. ¿Le concedería un crédito a Dios algún banco serio? ¿Aceptaría alguna madre que su hija saliera con un tipo así?
En cualquier caso, no sé vosotros, pero yo me sigo paseando a diario con un candil buscando un hombre honrado y a Dios, pero sólo encuentro políticos.
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