Te preocupa que te deje.
No lo haré.
Sólo los extranjeros viajan.
Poseyéndolo todo,
no tengo adonde ir.
Leonard Cohen
O como también diría Cohen: excepto el miedo a perderte, no tengo ninguna queja.
Hace una semana volví a sentirme increíblemente ingenioso, puesto que no hay nada como el sexo para creerse genial. Así, tras el coito, todo lo que decía me parecía divertidísimo y merecedor de aplauso, aunque habría que preguntarle a Lara, que era el único público en ese momento (si es que los otros ocupantes de la habitación dormían como parecía, claro), si esto era verdaderamente así o me dejé llevar por la euforia del momento. En cualquier caso, hacer el amor con Lara ha sido sin duda lo mejor de este año (y que se repita, como decía una loca del pueblo de mi madre mientras se levantaba la falda). Gustosamente reproduciría aquí todo lo bonito y elogioso que me ha dicho (como lo de que tengo los labios más besables del mundo), simplemente para decirles "miren, también tengo mis momentos cojonudos (de año en año)". Pero no lo haré, que la gracia de este blog reside en su nihilismo y amargura; por suerte dispongo de un archivo de frases deprimentes que utilizaré en estos días en los que la felicidad me sonríe con rostro femenino.
Por cierto, la primera parte de hoy es para ella.
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