martes, 6 de abril de 2004

Puzzles

I long to hold some lady
For my love is far away,
And will not come tomorrow
And was not here today.

There is no flesh so perfect
As on my lady's bone,
And yet it seems so distant
When I am all alone.

As though she were a masterpiece
In some castled town,
That pilgrims come to visit
And priests to copy down.

Alas, I cannot travel
To a love I have so deep
Or sleep too close beside
A love I want to keep.

But I long to hold some lady,
For flesh is warm and sweet.
Cold skeletons go marching
Each night beside my feet.

Leonard Cohen


Málaga, principios de abril. Junto al mar, el corazón despierta cansado en la mañana. Lluvia de sol para los amantes (como solíamos decir). Por ahí se va tu vida, por el sumidero de la esperanza. Porque no conozco tu cuerpo. Anhelo alcanzar (o abrazar) una dama porque mi amor está lejos. “¿Por qué te vas?”, preguntó con encantadora candidez. Quizás el juguete esté demasiado roto como para arreglarlo (o aparentar que se arregla) una vez más. Escuchas a Tom Waits mientras piensas en la felicidad perdida. Quieres escribirle a una chica a la que le importe que le escribas. Que necesite leerte tanto como tú necesitas escribirle. Notas escritas apresuradamente en el metro. Unas bellas líneas acerca de encontrarte. Que no llevan a nada. Así como los sueños.

Quizás sea porque hemos sido abandonados.

No hay comentarios: