Ya no importa lo escrito cuando joven. La gente ve a un señor hablando de alcanzar a una chica u otros sueños de grandeza fuera de lugar. Podrías alegar con solemnidad que tu juventud existió, pero la gente sólo cree aquello de lo que ha sido testigo (a no ser que les hablen de dioses o santos, nada de lo cual ha sido nunca lo tuyo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario