A menos de dos meses de cumplir los cuarenta y cuatro años. Aquí hablábamos de la juventud, creo. Del futuro, que nunca llegaba (esto no ha cambiado). Pienso ahora que tenía veintidós cuando empecé con Alba, ahora voy a tener el doble. Mi carrera literaria no termina de despegar o quizá sea como el Challenger (soy lo bastante viejo como para usar esta referencia). Pero quién me iba a decir a mí que tendría un par de libros publicados (e ignorados), unos pocos premios (menores) y que daría clase a adolescentes (apáticos). Y que habría pasado por la vida de varias mujeres (¡varias!) y que estaría casado (como un señor respetable). Qué raro es todo.
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