La vida es extraña. Yo durante años creí que había algo intrínseco en mí que me hacía indigno para el amor. Ninguna de las chicas a las que perseguí con desesperación habría jamás aceptado unirse a mí como pareja ante la ley. Yo era yo y ese era el orden de las cosas. Recuerdo una noche que me pasé llorando mientras repetía que sólo quería ser normal. La normalidad, esa playa de blancas arenas donde todo tendría sentido. Es muy raro que te elijan cuando estabas acostumbrado a que siempre te dejaran de lado.
1 comentario:
La normalidad es tan relativa.
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