Usted necesita horarios establecidos, como los niños pequeños. Unas rutinas fijas para que no se desmadre. Imagine que dispusiera de todo el tiempo libre del mundo. No sabría qué hacer con él, admítalo. Se perdería en esa vorágine de horas muertas. Lo mejor es que nosotros nos ocupemos de todo, deje que los profesionales administren su tiempo.
1 comentario:
Aun no hemos salido del instituto
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