miércoles, 12 de diciembre de 2018

Filosofías de vida

—Yo creo que lo importante es el viaje, no el destino.
—Ajá. Entonces los judíos que eran enviados a los campos de exterminio tenían que haber disfutado del paisaje polaco cuando iban en los trenes, ¿no?

2 comentarios:

mailconraul dijo...

A veces el viaje es mucho más desagradable que el destino, justo cuando se va perdiendo la gratitud del paisaje.

Microalgo dijo...

Era una metáfora, querido autor, no me salte con trenes chungos o paredes de acantilados. Y sí que el viaje puede ser mucho más desagradable que el destino, como apunta este comentarista. ¿Se ha mareado Usted alguna vez en un barco? Bof. Ejemplo clarísimo.