Salgo a la calle y la vida sigue como si nada aunque ha muerto Leonard Cohen. Y repito estas cuatro terribles palabras como si así pudiera deshacerlas. Ha muerto Leonard Cohen. Ya no habrá nuevos discos, nuevos conciertos, nuevos libros. Se ha apagado la voz que me ha acompañado toda la vida y siento un dolor tan grande que parece irreal. Qué oscuro queda el mundo, mucho más que de costumbre.
1 comentario:
Y Trump tan pancho, el hijueputa.
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