Bebe antes un par de copas de vodka, nadie te va a multar por ello. Quítate los anillos, por supuesto, hoy en día no puedes fiarte de nadie, ni siquiera de las personas que trabajan en las ambulancias. Siéntate al volante del coche como si quisieras ir a alguna parte, pero no abras la puerta del garaje. Mírate una última vez en el espejo retrovisor. Considera durante un momento la posibilidad de ponerte el cinturón de seguridad. Arranca el motor. Cierra los ojos, no tardarás mucho en llegar a tu destino.
2 comentarios:
Pero no se lleve a nadie por delante, ¿hein? Que los peatones no tenemos (toda) la culpa.
Genial. Brillante.
Un saludo.
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