domingo, 24 de abril de 2016

El ingenioso príncipe Hamlet de Dinamarca

HORACIO: Que digo yo que sería buena cosa que regresáramos a palacio, vuestra merced. Si apuramos, todavía llegaremos para la cena.
HAMLET: O yo me engaño, amigo Horacio, o ésta ha de ser la más famosa aventura que se haya visto y mal obraríamos si la rehuyéramos por una cena. ¿Qué diría mi dama, la sin par Ofelia del Tøboso?
HORACIO: ¿Qué diría? Pues que bueno es guarecerse cuando llueve, sobre todo cuando se trata de piedras y palos como los que nos han caído encima.
HAMLET: No desesperes, Horacio, que conozco la receta del maravilloso bálsamo de Fortimbrás y una sola gota de él bastará para curarte cualquier herida y dolor.
HORACIO: Una redoma entera me tomaría yo entonces de ese salutífero brebaje, pues buena merced me haría. ¿No podríamos hacer un alto aquí, junto al río?
HAMLET: Camino que hagamos ahora será camino que no tendremos que hacer después, Horacio.
HORACIO: Creo yo que esa ínsula que me prometió vuestra merced va a tener que ser del tamaño de Islandia.

Publicado en el número 37 de Obituario.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Metaliteraleches.