viernes, 15 de abril de 2016

El camino hacia el éxito

Escritores que penáis, dejad de sufrir. Después de mucho estudiar Instagram y Twitter, creo que he descubierto el secreto para ser exitoso y tener miles de seguidores. Hay dos claves: la actitud y el mensaje. Empecemos por la actitud. Nadie te va a seguir si siempre estás diciendo que la vida es una mierda. No, queremos líderes alegres, positivos, «ameliescos». La idea a transmitir es que has conseguido domesticar a la vida y que la gente puede hacer como tú. Si eres hombre, tienes que mostrarte como un canalla, pero encantador: «nenas, tengo un corazón de oro, pero tenéis que escarbar mucho en mi pecho». Si eres mujer, tienes que mostrarte muy fuerte y segura. ¿Cómo te van a seguir si tienes dudas? De vez en cuando hay que poner que la vida te ha dado alguna bofetada, a ser posible en el ámbito amoroso, pero no importa porque te levantarás y llevarás a cabo tu venganza. Sin pasarse, no hay que poner cosas como «mañana asesinaré a todos en el trabajo». En realidad esto es más o menos sencillo, pero lo difícil viene ahora: el mensaje. ¿Qué decir? ¿Cómo venderte como líder de opinión? Esto es complicado si uno tiene algo de dignidad, pero hay que fijarse en las canciones de moda y soltar mensajes mongólicos como: «tengo guardados para ti unos latidos de mi corazón, pero todavía no me los pides». O: «dame el cielo con un beso, que haremos nuestra cama en él» (lo que decíamos de ser canalla: te voy a follar como una mala perra, pero te lo cuento con cursilerías). Hay que jugar con el lenguaje como un adolescente, no liemos al público, eslóganes cortos y sencillos que le hagan sonreír porque refieren a algo conocido, nada de ironías sutiles que pueda tomarse como un insulto. Otro aspecto a considerar es la belleza, que creo que ayuda bastante, pero no es imprescindible. Y ya está, las puertas de la gloria están abiertas, id hacia ella acompañados de vuestros miles de seguidores en redes sociales y de las sextas, séptimas u octavas ediciones de vuestros libros y cantad conmigo: aleluya, hermanos, aleluya.

2 comentarios:

La Guardarraya de la Siberia dijo...

Esto me ha lavado el alma con añil. Gracias, gracias.

Microalgo dijo...

Pero entonces querrá Usted más. Que lo conozco.