Salgo a la una de la madrugada para comprar una pomada en la farmacia, que Sonia se quemó haciendo la cena. Las calles están vacías, me cruzo sólo con un puñado de personas y con los basureros que limpian las calles. No tardo nada en volver a casa, quizá sólo hayan pasado quince minutos, pero Sonia me recibe contentísima y aliviada al ver que no me ha pasado nada en la calle. El amor.
2 comentarios:
Cuídelo como a un tesoro.
Y a la Marpez, besitos alrededor de la zona afectada y rimas efectuadas a partir de nombres comunes de batracios anuros.
¿Dónde vivirás tú?.
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