—Otro año que termina, ¿hemos aprendido algo?
—Hemos confirmado que en años impares no gano concursos literarios.
—Bueno, pues ahora viene uno par, así que estarás contento.
—No, a ver: sólo gano premios en años pares, pero eso no significa que cada año par gane algo. ¡Ya me gustaría a mí!
—Ah, vaya. Pero no ha sido un año perdido: se publicó tu primera novela, por ejemplo.
—Es verdad, sí. Con gran silencio de crítica y público.
—Quejica. Algo más habrás hecho.
—Di un taller literario a unos chavales. Imagínate. Mi yo de 2004 se habría reído mucho con la idea.
—No es mal ejercicio mental plantearse si nuestro yo del pasado estaría orgulloso o avergonzado de nosotros.
—Siempre será más joven que yo, se puede permitir despreciarme.
—¿Y para 2016?
—No sé, ¿no es demasiado pronto para hacer planes? Déjame esperar hasta mayo o así y ya pensaré algo entonces.
2 comentarios:
"Ya pensaré algo entonces"....pero empieza a aporrear el teclado ¡ya!.
Me sumo al comentario anterior. Si se toca Usted sus partes pudendas, que sea para inspirarse. Nada gratis.
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