El dinero estaba en las obras ya conocidas por el público, pensó el poeta. Por eso, tituló
Aullido su primer poemario. A su siguiente obra le puso
Hojas de hierba. Después,
Las flores del mal. Ahora está trabajando en
Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Títulos reconocibles para el público, que se siente cómodo con la familiaridad y no quiere experimentos raros.
1 comentario:
Ay, payo. Saquivocao, el nota.
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