Lo sucedido en los sueños no importa al día siguiente. La complicidad adquirida con la vecina se ha disipado. Da lo mismo que anoche hicieras con ella cosas innombrables, ahora estás en otra realidad, en otra dimensión, y no sabe nada de lo que pasó. Es terrible, pero es así. Te toca disimular y actuar como si el sueño nunca se hubiera producido. Con la esperanza, eso sí, de que regrese alguna noche.
2 comentarios:
¿Eres un brujo?.
Y cuidadín si ella coincide en el ascensor con Usted (o en la escalera, sé que es un literato pobre) y le echa una miradita lasciva, de esas que dan a entender inequívocamente que los dos han soñado los mismo (luego ella lo negará todo en la comisaría, ellas son así).
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