Ah, lo que yo era en mis años mozos, caballero, mi ego se podía ver desde el espacio. Ya no es lo mismo, claro, los años lo han erosionado, ahora es un ego de bolsillo, un ego que cabe en cualquier sitio. A menudo me lo dejo en casa, olvidado en algún pantalón.
2 comentarios:
Dicen que la experiencia es un grado...Dicen...
Un saludo!
Y con este calor, debe ser varios grados. Yo, mis egos, me los guardo yo solo para mí mismo.
¡Arsa!
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