—Oye, me ha parecido que me espiabas antes por la ventana, mientras me duchaba.
—Lo admito, era yo.
—¿Después de cinco años de casados descubro que eres un voyeur? No lo entiendo: ¡si me puedes ver desnuda cuando quieras!
—Ya, pero ¿dónde está la emoción entonces?
1 comentario:
Completamente de acuerdo. Con él, digo.
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