Éramos jóvenes, pero no teníamos conciencia de serlo (¿no consiste la juventud en la inconsciencia?). Así, despilfarramos tontamente aquellos años que ahora desearíamos recuperar. Habríamos necesitado un administrador de juventud, alguien sensato y experimentado que hubiera sabido dónde invertirla y cuándo.
1 comentario:
Esta entrada es un cebo para que digamos "no, no, la juventud es eso, qué sería de los jóvenes sin la inconsciencia", etc.
Pero en el fondo tiene telita de razón.
Y lo malo es que es aplicable a cualquier momento de la vida. Ahora mismo, sin ir más lejos.
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