viernes, 26 de diciembre de 2014

La boda

—Estoy encantado de que hayan pensado en mí para grabar su boda, pero quiero comentar algunas cosas. Primero, creo que hay un problema con el reparto. No es verosímil que usted, señorita, se vaya a casar con este hombre.
—¿Qué?
—No me mire así, podríamos rodar una escena inicial que estableciera que es un rico heredero o algo por el estilo. Bien, pasemos al siguiente punto: el guión que me han pasado ustedes es muy aburrido. Primero escenas en la iglesia y luego en el banquete. ¡No hay trama! ¿Y si irrumpieran unos mafiosos en el banquete y tomaran al marisco como rehén? ¿Y si la mejor amiga de la novia tuviera un lío con el padre del novio? Una subtrama para darle interés a la cosa.
—¿Qué tonterías está diciendo?
—Por no hablar de las escenas de amor: ¡sólo un breve beso ante el altar! No, lo que vende es el sexo, ¿no podría acompañarlos al hotel y rodar también la noche de bodas?

1 comentario:

Microalgo dijo...

A mi boda llega tarde ese hombre. Y es una pena.