viernes, 27 de diciembre de 2013

Tipos afortunados

Nunca fui uno de esos tipos afortunados que siempre saben qué decir y qué hacer. No, lo mío fue más parecido a un niño perdido en el bosque y que, por pánico, ni siquiera se atreve a buscar la salida, sino que se queda quieto, temblando, mientras se va perdiendo cada vez más (esto es, el bosque se mueve a su alrededor).

1 comentario:

Microalgo dijo...

Pero ¿en qué bosques se mete Usted? Es mejor meterse en jardines, se lo aseguro.