viernes, 11 de octubre de 2013

Tierras extrañas

Viaje con nosotros sin moverse de casa, decía el anuncio que Gregorio Melendo leyó una mañana en el periódico. Decidió que sería una buena idea cambiar de aires: su trabajo le deshumanizaba a marchas forzadas (ya hasta se había vistos rasgos animalescos en el espejo). Además, lo de no tener que moverse de casa le resultaba muy atractivo, pues sufría un poco de agorafobia, sobre todo los jueves. Llamó al número de teléfono que aparecía en el anuncio y enseguida le atendió una grabación, pero no una cualquiera, sino una muy amable, grabada con voz cálida y amistosa que de inmediato le transportó a un momento mejor, un momento claro del pasado, cuando era niño y su madre le llamaba para merendar algo caliente mientras fuera, en la fría ciudad, llovía a raudales.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Jodidos teléfonos de pago / paraísos artificiales.