jueves, 2 de mayo de 2013

El malditismo

Mi vecino, el señor Helmut, se medica para estar loco. Según dice, ha comprobado que los artistas locos están muy bien considerados por la sociedad, pues la locura se toma como un rasgo de genialidad. Durante años, me explica, fue un artista con una cordura anodina que no le permitía epatar a mecenas. Nadie sentía la necesidad de invertir en su arte, ya que no parecía un artista que necesitara ayuda económica a causa de una locura genial que le imposibilitase una vida normal. Ser un tipo centrado es contraproducente en esta profesión, afirma. Por eso empezó a tomar psicóticos que le preparan en un laboratorio de Hong Kong del que no puede decirme nada más, ya que esto seguramente sea ilegal, lo que, por otra parte, viene muy bien para ser un artista maldito.

1 comentario:

Rodrigo dijo...

Psilocybe cubensis, es mano de santo.