Una noche, mi bebé fue abducido por extraterrestres. Empecé a sospechar al ver que no se despertaba en toda la noche, a pesar de tener un sueño tan ligero. Seguramente estuvo durante todas esas horas en un ovni, molestando a seres de otra planeta, pero me dio miedo ir a la cuna a comprobarlo. A la mañana siguiente quedaron confirmadas mis sospechas: la prueba definitiva era que no tenía hambre, se negaba a tomar el biberón. Claro, lo habían alimentado con leche interestelar y con eso no hay madre que compita.
2 comentarios:
Pues entonces no deja de tener ventajas la abducción: noches tranquilas, ahorro en leche materna, y seguro que si le pones un dedito dentro del agujero de un dvd, proyecta las imágenes en la pared. Que sí, que seguro que sí. Pruébalo, que los extraterrestres son unos hachas tuneando.
Uh, qué mal le está sentando la medicación...
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