Soñé que iba al médico y éste me decía que me quedaban unos días de vida. «Unas noches, será», contesté yo. «Sí, unas noches de vida, unas noches de sueños», admitió él, pues al parecer sufría yo de una extraña dolencia onírica. Me encogí de hombros, pues no me pareció preocupante. Me quedaba la salud de la vigilia. Además en los sueños todo es posible, incluso la resurrección.
1 comentario:
Todo es posible a la par que incontrolable. Cuidadín.
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