Eso de ahí es la puerta del Parnaso y lo que hay junto a ella es el portero, que no tiene mi nombre en su lista, a pesar de que yo juro y perjuro que merezco entrar, que se celebra una fiesta en mi honor, una fiesta secreta, tan secreta que no lo sabe nadie, ni siquiera los invitados.
1 comentario:
Cuélese por una ventana. Es lícito, mientras no le pillen.
Felicidades, a todo esto.
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