Tengo en un anaquel una caja que me regaló una novia y que he usado para almacenar recuerdos. No recuerdos etéreos, claro, eso sería una tontería, sino objetos tangibles con algún significado para mí. Hace un rato me ha dado por abrirla (bueno, no es que me haya dado por abrirla sin más, en realidad buscaba algo en concreto: un billete de tren). No sé cuánto llevaba sin abrir la caja, pero la tapa estaba llena de polvo. Dentro me he encontrado billetes de avión, de tren, de autobús, de metro (me ha faltado de barco), entradas de cine, de conciertos, papeles con cosas garabateadas, planos de ciudades, etcétera. Ciertas cosas las había olvidado y he recordado su significado al verlas de nuevo. Bien. El problema es que con alguna cosa me he preguntado: ¿y esto qué significa? ¿A quién pertenecía? ¿De cuándo es? Eran como intrusos. Objetos sin significado. Ya no son recuerdos, sino objetos que conservo arbitrariamente. Vale, sí, los guardé por algún motivo. ¿Pero cuál? ¿Volveré a recordarlo? Quizá no era tan importante y por eso lo he olvidado. Quizá me equivoqué al guardarlo en su día. Quizá tendría que deshacerme de lo que ya no significa nada.
Por cierto, no he encontrado el billete de tren que buscaba.
3 comentarios:
Y si el billete es uno de los que no supiste que significaban?...
No me pasó eso con ningún billete.
lo tangible no es nada si no tenemos una percepcion para ello.. cuando dejas de darle un significado es porque puede que ya le hayas dado otro a medida q la vida te va dando nuevas experiencias que t hacen darselo.. todo cambio y cn ello la percepcion q le damos a las cosas.. ahora los garabatos escritos en ese entonces son solo eso porq no tienen valor alguno para ti... que curioso que algo asi pueda transportarnos a otra epoca
Publicar un comentario