Dejar el bagaje atrás, viajar siempre ligero, empezar de nuevo. Pero no suele funcionar: se vuelve atrás con cualquier excusa. Uno dice, por ejemplo: «dejadme recuperar aquella idea, que creo que puedo sacarle partido ahora». O bien: «no, en serio, sólo quiero darle otro enfoque, pero ya me he curado». Pero es hacer trampa. Siempre.
2 comentarios:
Llevo algún tiempo siguiendo su blog. Nunca me había decidido a escribir a nadie, pero acabo de leer una de sus anteriores historias: "Los amores envenedados" y no he podido evitarlo. Gracias por escribir tan jodidamente bien y luego compartirlo. Saludos.
Gracias.
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