viernes, 25 de septiembre de 2009

La imagen

Me siento en un banco del Retiro a dejar pasar un momento la vida. Al rato, un hombre me pregunta, en inglés, si puede sacarme una foto. Yo me pregunto por un instante qué tendré de fotografiable, si allí en su país enseñará la foto a sus amistades diciendo que se trataba de un indígena meditando o qué. El caso es que ha interrumpido un monólogo interior de lo más interesante y quiero saber cómo termino. Además, vete a saber si luego usará la foto para rituales satánicos. Así que amablemente le digo que no, que nada de fotos, que malditos paparazzi que no respetáis nada y que lo importante es la obra del artista. Un tanto decepcionado, se marcha con su novia y yo admito en silencio que a ella le habría dicho que sí.

No hay comentarios: