viernes, 16 de enero de 2009

Huesos de color canela

Hoy han desenterrado a los abuelos para hacer sitio en el cementerio a los nuevos muertos. La juventud desplaza a los ancianos incluso en la muerte, he pensado. Los últimos modelos de muertos sustituyen a los antiguos. En cualquier caso, mis abuelos estaban irreconocibles, podrían haber pasado por los abuelos de otros. Sólo eran harapos y huesos de color canela. «Pobre Yorick; yo lo conocí, Horacio», le he susurrado a mi hermana, que ha respondido a esto dándome un codazo. Luego le han preguntado a mi madre si queríamos un nicho o si preferíamos incinerar los huesos. A mí me gustan los muertos poco hechos, he pensado yo.

No hay comentarios: