lunes, 2 de junio de 2008

Editorial

-Hábleme de su novela.
-El protagonista es un taxista de la Ciudad Eterna, un romano que conduce con pericia su vehículo por las peligrosas calles de la capital italiana. Un día, sube a su taxi una misteriosa y bella desconocida que se dirige al aeropuerto. La lleva sin que suceda nada de relevancia, pero al regresar del aeropuerto se da cuenta de que la misteriosa desconocida ha olvidado su maletín en el taxi. Nuestro héroe, impelido por la curiosidad (y por la codicia, por qué no decirlo), lo abre. Dentro hay documentos relativos a los templarios, que existen todavía como sociedad secreta y cotizan en bolsa. El taxista decide llevar estos documentos al Vaticano, pero como no conoce a nadie allí, va a consultar antes al párroco de su pueblo. Dicho y hecho, Tom Hanks le enseña los documentos al párroco y...
-¿Tom Hanks?
-Ah, sí, perdone, estaba pensando en la adaptación cinematográfica. ¿No le parece que Dustin Hoffman sería un cura perfecto?
-Continúe con el argumento, por favor.
-De acuerdo, de acuerdo. Como iba diciendo, el taxista le enseña los documentos al párroco, que se escandaliza ante esta ominosa verdad. Hay templarios entre nosotros y nos vigilan desde las sombras, murmura una y otra vez. Es necesario informar al Santo Padre de esto, le dice al taxista y se despiden con la promesa de verse en unos días. El taxista sigue con su rutina, llevando de aquí a allá a los turistas, a borrachos de fin de semana, a prostitutas, etc. Pasan los días y, al no recibir noticias, vuelve a su pueblo y encuentra a Dust... al párroco, perdón, colgado del campanario. Aterrorizado, la primera intención del taxista es llamar a la policía, pero al volver al taxi se encuentra junto a él a la misteriosa desconocida. Ella le dice que no tenga miedo, que no le va a hacer daño, que la responsable de la muerte del párroco es la Iglesia. Soy una templaria, le dice luego meneando graciosamente su melena, igual que tú. Eso no es verdad, yo soy taxista, responde él, y de la Juventus. No, insiste ella, eres un templario perdido, lo que pasa es que no lo sabes. No le adelanto nada si le digo que acabarán enamorándose, ¿verdad? El taxista-templario y la templaria a secas se enfrentarán al poder de la iglesia católica, que pretende dominar el mundo y...
-Creo que ya he escuchado suficiente. ¿Cómo se titula su novela?
-Templarios en la noche. Templars in the night.
-Nos interesa publicarla.

No hay comentarios: