domingo, 4 de mayo de 2008
Noche en la Tierra
Salí del bar, bastante ebrio. Eran las tres y media de la mañana. Me puse la chaqueta, pues hacía algo de frío. Me crucé con tres chicas que me dijeron "hasta luego", cosa que achaqué a que me habrían confundido con otro. Por si acaso, miré si llevaba la bragueta abierta. No era así. Crucé la plaza de la Merced y me metí en el callejón que hay junto al Albéniz, para mear. Caminé tranquilamente por calles vacías. Al llegar a un parque me dio por mirar la hora: quedaban cinco minutos para que saliera el próximo autobús. Eché a correr sintiéndome algo Antoine Doinel. Dos chicas que estaban sentadas en un banco empezaron a animarme a gritos: "corre, corre". Una de ellas me dijo "guapo". Yo saludé con la mano mientras seguía mi carrera. Cuando me había alejado de ellas un poco comprobé de nuevo si llevaba la bragueta abierta. Me planteé que estaba en un episodio de The twilight zone, que del bar había salido a una dimensión en la que las desconocidas me hablaban. Me pasó por la cabeza volver al banco donde estaban sentadas aquellas dos, que eran muy guapas, pero seguí corriendo en dirección a la parada de autobús. En un paso de peatones me animaron otras, yo volví a saludar. Subí al autobús y ya no me crucé con más mujeres.
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