Escribo como vivo, en un constante autosabotaje. Es casi primavera; he dormido cuatro horas; la ventana está abierta, como una metáfora de tantas cosas. La vida podría haber sido diferente, pero siempre me dejo llevar más por lo divertido que por lo conveniente. Los últimos cinco años han pasado muy deprisa y no he hecho gran cosa al respecto. Pero hay tanto por hacer y tan poco tiempo.
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