miércoles, 16 de agosto de 2006

And other forms of boredom advertised as poetry

No viven poetas en Torremolinos. No es lugar para ellos. No hubo ninguno realmente, y si llegó a haberlo alguna vez era porque estaba de paso. No es posible ver pasear por sus calles a soñadores irredentos. En sus playas sólo mueren borrachos comunes. La industria del suspiro sigue en crisis.

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