sábado, 1 de julio de 2006

En la estación

Qué pared tan sucia. ¿Sería siempre así? Podrían pintar en ella un mural, un paisaje, y luego colocar encima un cristal o plástico que sea de limpieza fácil. Seguro que existe algo así. Entonces podríamos mirar algo bonito mientras esperamos que llegue el tren y no esta pared asquerosa, triste y sucia. Qué deprimente es todo. Ya llega el tren, ahora es cuando empiezo a pensar en saltar a la vía, pero es que es una muerte horrible. Casi todas lo son. Nos escamotean las buenas muertes, seguro, y nos dejan sólo las horribles para que sigamos viviendo un poco más. Es una teoría de un valor indudable. Ya llega el tren. Tal vez no sea mala idea saltar.

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