lunes, 9 de febrero de 2004

Hay que ser absolutamente moderno

Hoy he pensado que a lo mejor debía cambiar de aspecto y adoptar un look juvenil y desenfadado, acorde con mi personalidad o la de otros. Así que me estudié durante horas frente al espejo en busca de algún signo de glamour. Después de afeitarme un poco (con napalm) y encontrarme cierto parecido con Tolstoi, me hice un peinado informal con ayuda de cemento y unos ladrillos. Tras añadirle unas cortinas a las ventanas, el resultado me pareció satisfactorio.

Por algún extraño motivo, mi familia me retiró la palabra.

No hay comentarios: