sábado, 28 de junio de 2008
Abajo la cultura malagueña
Esto es lo más cerca que estaré de ganar un Oscar o el galardón al actor porno de la década, pienso mientras miro el premio que tengo en la mano, una escultura que claramente es una mierda pinchada en un palo (concretamente, una boñiga). Luego recuerdo que Muhammad Ali tiró una medalla de oro al río Ohio, una medalla de oro, ¿por qué no tendré dignidad? Porque como reclamo de mujeres esto no sirve, está claro, que no se me acerca ninguna, sólo hombres, como el que me ha preguntado hace un rato si soy Guevara y al que he contestado que sí, que el Che Guevara, aunque resulta que me había confundido con otro, que enseguida me pongo a la defensiva, soy terrible. O ese que se sabe mi vida al dedillo, lo que me acojona bastante, sobre todo cuando se niega a decirme quién es. Todo esto es un error, me digo, incluso un fraude. Todas las chicas guapas están ocupadas hablando con otros y yo ni siquiera estoy borracho.
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