martes, 22 de abril de 2008

Ficción

Me invade una sensación extraña cuando paseo por esta ciudad, como si todos mis recuerdos de este lugar -los pocos que me quedan- fueran de otro. Como si lo hubiera soñado todo y acabara de despertarme. A pesar de lo vivido en estas calles. Pero es lógico, ha cambiado mucho, no es la ciudad de mi juventud. Y ella ya no vive aquí.

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