Anoche soñé que un hombre acudía a una librería, daba un puñetazo en el mostrador y decía con voz firme: ¡Exijo un libro de Gabriel Noguera! No sabemos quién es esa persona y no tenemos nada suyo, respondía el librero. Pues yo no pienso marcharme sin su libro, estoy en mi derecho como persona, lector y cliente, insistía el hombre. Y escenas de esta índole se repetían por todo el país.
2 comentarios:
Que verdad se decía en el mito de Pandora...¡Que mala es la esperanza!
En el país y fuera, que ya es hora de que se le traduzca, coño.
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