sábado, 21 de julio de 2012
La televisión soñada
Finalmente, el trabajo de los científicos dio sus frutos y lograron el objetivo perseguido durante años: emitir imagen y sonido a través de ondas theta y delta de tal forma que podían contraprogramar los sueños de la gente. Enseguida firmaron acuerdos con varias compañías radiotelevisivas por miles de millones, pero las asociaciones de consumidores llevaron el asunto a los tribunales. No queremos televisión las veinticuatro horas del día, protestaron. No queremos que nuestros sueños estén patrocinados por una empresa de bebidas refrescantes. Todavía más importante: no queremos que nuestros sueños sean interrumpidos para emitir publicidad. Los argumentos parecían sólidos, pero el juez se inclinó por la defensa de los intereses televisivos: cómo no va a ser legal que las grandes corporaciones emitan ondas theta y delta, los soñadores no pueden tener el monopolio; piensen en todos los puestos de trabajo, en el libre mercado.
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1 comentario:
A bomb, a bomb. My kingdom for a bomb.
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