Yo estudié ludopatía hispánica en la universidad, le digo al
croupier, pero no se ríe. Supongo que está entrenado para ignorar los comentarios de los clientes, pues no hay que confraternizar con el enemigo, salvo si sirve para desplumarlo. Pero no importa, yo no vengo al casino a entretener a los crupieres o al resto de jugadores, sino para jugar. Y para eso tengo un sistema. Puede que no funcione casi nunca, pero es mi sistema. Mío. Quizá lo único que tengo. Porque el dinero me dura poco en los bolsillos, pero el sistema es para siempre. Lo importante es llevar una vida ordenada, decía mi madre. Y participar.
2 comentarios:
Para jugar no suele hacer falta dinero. Para jugar en serio, se entiende.
Dele Usted al póker, que ahí la cosa no depende tanto del azar. Y tiene su puntito...
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